Largo tiempo durmió Zaratustra, y no sólo la aurora pasó sobre su rostro, sino también la mañana entera. Mas por fin sus ojos se abrieron: asombrado miró Zaratustra el bosque y el silencio, asombrado miró dentro de sí. Entonces se levantó con rapidez, como un marinero que de pronto ve tierra, y lanzó gritos de júbilo: pues había visto una verdad nueva, y habló así a su corazón:
Una luz ha aparecido en mi horizonte: compañeros de viaje necesito, compañeros vivos, - no compañeros muertos ni cadáveres, a los cuales llevo conmigo adonde quiero.
Compañeros de viaje vivos es lo que yo necesito, que me sigan porque quieren seguirse a sí mismos - e ir adonde yo quiero ir.
Una luz ha aparecido en mi horizonte: ¡no hable al pueblo Zaratustra, sino a compañeros de viaje! ¡Zaratustra no debe convertirse en pastor y perro de un rebaño!
Para incitar a muchos a apartarse del rebaño - para eso he venido. Pueblo y rebaño se irritarán contra mí: ladrón va a ser llamado por los pastores Zaratustra.
Digo pastores, pero ellos se llaman a sí mismos los buenos y justos. Digo pastores: pero ellos se llaman a sí mismos los creyentes de la fe ortodoxa.
¡Ved los buenos y justos! ¿A quién es al que más odian? Al que rompe sus tablas de valores, al quebrantador, al infractor: - pero ése es el creador.
¡Ved los creyentes de todas las creencias! ¿A quién es al que más odian? Al que rompe sus tablas de valores, al quebrantador, al infractor: - pero ése es el creador.
Compañeros para su camino busca el creador, y no cadáveres, ni tampoco rebaños y creyentes. Compañeros en la creación busca el creador, que escriban nuevos valores en tablas nuevas.
Compañeros busca el creador, y colaboradores en la recolección: pues todo está en él maduro para la cosecha. Pero le faltan las cien hoces: por ello arranca las espigas y está enojado.
Compañeros busca el creador, que sepan afilar sus hoces. Aniquiladores se los llamará, y despreciadores del bien y del mal. Pero son los cosechadores y los que celebran fiestas.
Compañeros en la creación busca Zaratustra, compañeros en la recolección y en las fiestas busca Zaratustra: ¡qué tiene él que ver con rebaños y pastores y cadáveres!
Y tú, primer compañero mío, ¡descansa en paz! Bien te he enterrado en tu árbol hueco, bien te he escondido de los lobos. Pero me separo de ti, el tiempo ha pasado. Entre aurora y aurora ha venido a mí una verdad nueva.
No debo ser pastor ni sepulturero. Y ni siquiera voy a volver a hablar con el pueblo nunca; por última vez he hablado a un muerto.
A los creadores, a los cosechadores, a los que celebran fiestas quiero unirme: voy a mostrarles el arco iris y todas las escaleras del superhombre.
Cantaré mi canción para los eremitas solitarios o en pareja; y a quien todavía tenga oídos para oír cosas inauditas, a ése voy a abrumarle el corazón con mi felicidad.
Hacia mi meta quiero ir, yo continúo mi marcha; saltaré por encima de los indecisos y de los rezagados. ¡Sea mi marcha el ocaso de ellos!
Fragmento tomado del libro "Así habló Zaratustra" de Friedrich Nietzsche
"Compañeros de viaje vivos es lo que yo necesito, que me sigan porque quieren seguirse a sí mismos"...
ResponderEliminarEsta parte es excepcional.